En la economía actual, menos del uno por ciento del gasto de las grandes empresas en proveedores corresponde a empresas propiedad de mujeres. Invertir en empresas propiedad de mujeres e integrarlas en las cadenas de suministro de las empresas es “economía inteligente” y bueno para los negocios. Las empresas propiedad de mujeres contribuyen significativamente a la economía mundial, generando millones de nuevas oportunidades de empleo.

La contratación sensible al género es una selección sostenible de servicios, bienes u obras civiles que tiene en cuenta el impacto sobre la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. ONU Mujeres se esfuerza por garantizar que todas las operaciones, incluidos los procesos de adquisición, apoyen su mandato para la eliminación de la discriminación contra las mujeres y las niñas, el empoderamiento de las mujeres y el logro de la igualdad entre mujeres y hombres. El enfoque de ONU Mujeres en las adquisiciones con perspectiva de género está, por tanto, en consonancia con el objetivo estratégico de la organización de empoderar a las mujeres en todo el mundo. Las adquisiciones con perspectiva de género brindan a la entidad contratante la oportunidad de ampliar sus mercados mundiales, diversificar sus cadenas de suministro y, al mismo tiempo, hacer crecer la economía y mejorar la vida de las mujeres y las niñas en todo el mundo.

En 2019, las Naciones Unidas (ONU) gastaron casi 19 900 millones de USD en la compra de servicios, bienes y obras civiles para cumplir sus funciones. Junto con gobiernos, empresas y otras organizaciones no gubernamentales, el valor adquirido asciende a billones de dólares en todo el mundo. Sin embargo, menos del 1 % de las empresas propiedad de mujeres acceden al mercado de la contratación pública y obtienen la adjudicación de los contratos (Vázquez y Sherman, 2013).

Las mujeres empresarias son una fuerza económica creciente y representan una parte significativa de la generación de empleo y del potencial de crecimiento económico. Se estima que las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) de propiedad total o parcialmente femenina representan el 31-38% (8-10 millones) de las PYME formales en los mercados emergentes (IFC, 2011). El gasto en contratación pública representa aproximadamente el 10-15 % del Producto Interior Bruto (PIB) en los países desarrollados y más del 30 % del PIB en los países en desarrollo (ITC, Empowering women through public procurement, 2014). Así pues, la contratación pública, la diversidad de proveedores y la inclusión pueden utilizarse como una poderosa herramienta para empoderar económicamente a las mujeres y combatir la pobreza aumentando los ingresos de las mujeres y garantizando beneficios sociales y económicos sostenibles.

En este sentido, los gobiernos y las organizaciones internacionales reconocen que empoderar a las mujeres y a las empresas propiedad de mujeres es un catalizador para lograr la igualdad de género y los objetivos y compromisos acordados internacionalmente.

La Nota orientativa sobre contratación sensible al género ayuda a las empresas a aplicar los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (PEM). En línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 de conseguir la igualdad de géneros y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, la nota orientativa pretende ayudar a los signatarios de los PME a priorizar, establecer y aplicar prácticas de contratación éticas y sensibles al género sin comprometer la calidad, la eficiencia, el ahorro de costes y la relación calidad-precio.